Es imprescindible comunicar de forma efectiva para descubrir todas las ventajas que puede aportarnos:

  1. Dar a conocer nuestro punto de vista con total claridad: el interlocutor tiene que conocer de forma concreta y clara la información que se le quiere transmitir. No hay que crear en él malas interpretaciones ni confusiones.
  2. Transmitir una idea positiva de nosotros mismos: el interlocutor tiene que captar, a través del conocimiento de los temas que se exponen, de cómo se exponen y de la actitud con la que se expone, una buena idea del orador. Todo esto ayuda a que los argumentos y la información que da el comunicador sea creíble, al igual que su propia persona.
  3. Influye y transmite actitudes: el comunicador dará una información de forma que incite a la acción y a determinados comportamientos del interlocutor. Una persona que es buena oradora tiene que generar inquietud y deseos que motiven al interlocutor, además de que deberá tener bajo su control la técnica de transmisión informativa.
  4. Consigue interacciones positivas entre las personas que participan: el buen comunicador es capaz de acabar con las malas interpretaciones y los malos entendidos para crear un clima positivo para las relaciones entre las personas que participan en la comunicación. Para ello hay que practicar el reconocimiento y la valoración de las ideas del interlocutor y hacerle sentir que vale gracias a la escucha, mostrando interés en sus opiniones o atención en lo que dice.
  5. Favorece el conocimiento de los demás: los interlocutores pueden participar en las opiniones, ideas o conocimientos a través de la buena escucha a otras personas. Al mismo tiempo se pueden crear juicios muy bien fundados sobre ellos mismos. Así, es posible tener un mayor número de criterios para tomar buenas decisiones. Además, proporcionará información para saber adaptar las propuestas de los demás para conseguir su unión a nuestras ideas.
  6. Mejora las relaciones entre jefes y empleado: crea un acercamiento mayor entre ambos y logra unos resultados mayores en lo que a lo profesional se refiere. Además, crea ambientes de trabajo más eficaces, productivos y de calidad porque se trabajan las interacciones positivas entre personas que trabajan juntas, y se mejoran las relaciones entre clientes y proveedores favoreciendo acuerdos y negociaciones en la dinámica de trabajo.
  7. Ayuda a que las relaciones sean más fluidas: en cualquier ámbito que nos desenvolvamos de forma habitual. La calidad y eficacia de las relaciones entre las personas depende de la calidad de la comunicación que establezcan.