Casi el 30% de los estudiantes a nivel nacional apenas alcanza un desempeño incipiente o básico en las tres dimensiones evaluadas.

A la hora de producir un cuento escrito de forma discursiva, textual y con convenciones lingüísticas, tan sólo el 26,5% se ubica en el nivel básico y el 1,6% en el incipiente.

Poco más de la mitad, concretamente el 56%, logró resultados satisfactorios.

Así surge del informe «Aprender 2017. Producción escrita narrativa, educación primaria. 4º año», que salió a la luz este mes de agosto en Buenos Aires.

Los datos adquieren sentidos en sí mismos en la medida en que cada uno de los niveles de logros alcanzados contempla los grados de desarrollo de escritura que los alumnos deberían tener por estar cursando cuarto grado.

El motivo por el cual se examinaron a los alumnos de cuarto curso es por que «es un año bisagra en la primaria, se asume que le proceso inicial de alfabetización se completó y la producción escrita adquiere gran relevancia en el currículum escolar», explicó la secretaria de Evaluación Educativa de la Nación y responsable de pruebas Aprender, Elena Duro.

«El cuento es el genero literario más recurrente en la escuela; es el más rico para el desarrollo de la escritura de los estudiantes, el que más leen y el de mayor consumo dentro y fuera de la escuela», apunta la secretaria.

Esta prueba se tomó a una muestra de 5001 alumnos de cuarto grado de escuelas públicas y privadas de distintas zonas, cuyo desempeño representa el nivel de aprendizajes de los estudiantes.

En la evaluación, los alumnos tuvieron que escribir una narración a partir de una consigna como estímulo, que incluía un comienzo predeterminado.

Los resultados del informe, muestran brechas entre los niveles de aprendizaje de las escuelas públicas y privadas, en beneficio de las últimas.